lunes, 26 de agosto de 2013

"Fábrica de chicas, " espectáculo de Osvaldo Peluffo sobre violencia doméstica


Alma trabaja en una fábrica de embalaje. Cuando recibe la noticia sobre su embarazo, estalla de alegría, llora, grita, sonría, se agita ante el rostro contenido y cauto de su compañera, comportándose casi como una adolescente.  Esther, trata de mantener la calma pero en su interior se palpa gran preocupación: sabe que el esposo de Alma es un golpeador.


“Fábrica de chicas,” espectáculo recientemente estrenado por la Compañía Faro, indaga con profundidad y gran criterio artístico en la violencia doméstica, a través de un guión ágil y agudo de Osvaldo Peluffo sin caer en ningún momento en lo obvio ni en lo “políticamente correcto.”

La violencia doméstica, un patrón de comportamiento en el que una persona emplea la violencia física, la coerción, la amenaza, la intimidación, el aislamiento o el abuso emocional, sexual o económico para dominar o modificar el comportamiento de otra persona en una relación intima es sin lugar a dudas uno de los más graves problemas del momento. Sin embargo es también uno de los problemas sociales menos mencionados en los medios masivos de comunicación.

Según el ONG Casa del Encuentro, hubo 1.236 femicios en Argentina a lo largo de los últimos cinco años, 255 en 2012, es decir, alrededor de un caso cada 35 horas. A las cifras habría que agregar a los niños y familiares que sufren las consecuencias de la violencia de género, un mal que afecta a todos los sectores de la sociedad. Las formas de la violencia contra las mujeres incluyen actos de crueldad extrema, tales como rociarlas con combustible y prenderlas fuego.


Alma dice estar completamente enamorada de Hugo, su pareja, pero se somete mansamente a todos sus maltratos, incluso lo disculpa por ser hombre, como si la violencia fuera normal en los hombres. Al no tomar precauciones, ha quedado embarazada y a pesar de las advertencias de Esther piensa que la nueva vida en su panza hará posible una hermosa vida junto al hombre…

En una fábrica cerrada, sin ventanas, arman, empaquetan y atan cajas de cartón pintado, dos mujeres enfrentadas a su deseos íntimos, en la ausencia de sus hombres—hombres que las maltratan mediante un machismo visceral.

La trama es muy fuerte, pero con momentos ligeros y de juego, proporcionando al espectador periódicos respiros. Mientras trabajan en la soledad de la fábrica, Alma y Esther debaten sobre sus contrastantes visiones con respecto a la naturaleza de los violentos, mostrando en diferentes secuencias sus debilidades, confusiones y cegueras.

Una experiencia teatral transciende cuando los actores o actrices logran entrar en las entrañas de los personajes y comunicar sus dilemas de modo claro y honesto a los espectadores. Es lo que sucede con “Fábrica de chicas.” Alma (Verónica Ayanz) es un rol muy exigente que transmite amor (ciego), ilusión, alegría, dolor, confusión, expectativa, impaciencia; Esther (María de la Paz Pérez) debe comunicar solvencia, seriedad, compañerismo; tiene que tratar de ayudar a su compañera, criticarla, sostenerla y también dejar escapar sus propias debilidades, confusiones y oscuridades.

Más allá del tema, el espectáculo es un buen ejemplo de teatro íntimo, con un mínimo de objetos, que abre la ventana aunque sea apenas al dolorido corazón humano.

  
FUNCIONES:
SABADOS DE SEPTIEMBRE A LAS 22HS EN MORENO 2151 2DO B, CABA. ESPACIO FARO
VIERNES 27 DE SEPTIEMBRE, Y VIERNES 4 Y 25 DE OCTUBRE A LAS 21HS EN AV. MAIPU 540, BANFIELD. TEATRO EL VIEJO VARIETE.

Intérpretes: Maria de la Paz Perez,  Verónika Ayanz Peluffo
Autor: Osvaldo Peluffo
Diseño de vestuario: Verónika Ayanz Peluffo
Realización de vestuario: Selva Luz Garin Gonzalez
Diseño de arte: Verónika Ayanz Peluffo
Realización de banda sonora: Mora Rodriguez
Asistente de dirección: Mora Rodriguez
Asistencia técnica: Mora Rodriguez/ Johanna Raño Figuerola/Federico Blanchet
Fotografías: Sandra Marrusero/Federico Blanchet
Diseño de iluminación y producción ejecutiva: COMPAÑIA FÅRÖ
Directora asistente: Verónika Ayanz Peluffo

Puesta en escena y dirección general: Osvaldo Peluffo


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