sábado, 31 de agosto de 2013

Siria: ¿Una guerra dentro de la guerra?

El presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Brack Obama, ganador del premio Nobel por la paz y miembro del partido Demócrata, y el presidente de Francia, el socialista Francois Hollande, son los únicos países que hasta ahora piensan que el gobierno de Bashar al Assad, de Siria debe ser castigado con bombas por el todavía no confirmado uso de armas químicas en la guerra civil del país.

 Ni Washington ni Paris proponen efectuar la maniobra con tropas y defienden su posición centrando su acción en castigar el régimen de Bashar al Assad por el supuesto uso de armas químicas ilegales. Pero los inspectores de la ONU, invitados por Siria, no han dado a conocer todavía los resultados de su investigación. Según la prensa se especula que el ataque se iniciará cuando los inspectores hayan concluido las inspecciones. 

Si bien Obama se ha comprometido con la realización del ataque, a último momento ha anunciado que dejará la decisión en manos del Congreso. No está claro si logrará el apoyo de los legisladores, de modo que la acción podría encontrar obstáculos políticos.

La oposición en la guerra civil acusa el gobierno de Bashar al Assad de usar las sustancias prohibidas y a su vez el régimen apunta el dedo a los rebeldes; los observadores admiten que la investigación de la ONU no dirá quien utilizó estas armas químicas.  

Los demás países europeos, incluso los gobernados por partidos conservadores, se lavan las manos diplomáticamente ante los pedidos de ayuda de Washington, tal vez recordando la invasión de Irak en 2003 tras la inexacta denuncia de los servicios de inteligencia sobre la existencia de gran cantidad de armas de destrucción masiva (que nunca fueron encontradas). 

Según el diario francés Le Monde, agregó datos para la polémica al decir que según archivos liberados de la CIA, la organización de inteligencia “ayudó a Saddam Hussein a gasear las tropas iraníes” durante la guerra entre Irak y Irán, ya que Washington quería evitar que Irán ganara la guerra.

Cabe preguntar además cuáles son las empresas que producen los elementos químicos y/o las armas químicas.

Una lista impresionante de  invasiones o bombardeos han acompañado la política exterior de los Estados Unidos, acciones que Washington y los grandes medios de comunicación en el país han defendido como necesarias para defender la libertad, la democracia o los derechos de ciudadanos. Pero en la práctica han facilitado la expansión de la influencia del país hacia diversos puntos del globo según muchos historiadores. Semejante actividad bélica ha activado en el país lo que el ex-presidente Dwight Eisenhower explicó como "el complejo militar-industrial." 

Por su parte Argentina, que este mes preside el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, directamente ha rechazado una intervención militar en Siria, ya que “el gobierno y el pueblo argentino no serán cómplices de nuevas muertes,” y abogó además por un embargo de armas y una intervención humanitaria liderada por el secretario general de la ONU.

Cabe preguntar cuál sería la intención verdadera del ataque. Las fuerzas combinadas de Washington y Paris ciertamente pueden causar enormes daños y pueden incluso castigar la capacidad militar del régimen de Bashar al Assad, pero no está claro si ayudaría en terminar la violencia en el país.

Por un momento vamos a suponer que los inspectores confirmen que fueron fuerzas de gobierno y no de la oposición quienes emplearon las armas químicas que recientemente produjeron una espantosa masacre:

¿Hay garantías que un ataque masivo desde aviones y barcos serviría para impedir el uso de armas químicas? 
¿Quién sufriría más los efectos del ataque: el pueblo o los funcionarios del gobierno?
¿Cómo se hará para asegurar que ninguna bomba caiga sobre un depósito de químicos peligrosos?
¿Si bien el ataque que se anuncia sería "limitado," no podría tener el efecto de extender la violencia fuera de las fronteras de Siria?
¿Qué medidas serán tomadas para no destruir algunos de los monumentos históricos de la humanidad que existen en Damasco y otras partes del país?
¿Si la intención es “castigar” al régimen y no derrotarlo no sería percibido en el mundo árabe como una abierta intervención en apoyo de la oposición? (Los medios de comunicación dan cuenta que la oposición incluye diferentes grupos, incluyendo terroristas)
¿No sería percibido además como una presión muy fuerte contra Irán? ¿No sería Irán el verdadero objetivo geo-político de la acción? Antes de Obama Presidente George Bush denunció lo que caracterizó como el “eje del mal,” una lista de países que incluían a Irak, Iran, Siria, Libia y Corea del Norte...
¿Cómo van a reaccionar Rusia y China, hasta ahora aliados del gobierno de Siria?
¿Qué efecto tendrá la acción sobre la economía mundial, todavía lastimada?
¿Sería una acción pensada para asegurar la hegemonía geo-política de los Estados Unidos en el oriente medio? No se trata únicamente de las fuentes de petróleo. Domesticar a Siria a favor de occidente evidentemente es visto en Washington como una forma de asegurar sus intereses globales en la región. La llamada “primavera árabe,” parecía cuestionar algunos gobiernos autoritarios en la zona tradicionalmente apoyados por Washington, pero ahora el proceso parece invertirse…

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