martes, 24 de noviembre de 2015

Mauricio Macri: comienza a marcar un claro giro a la derecha

Los anuncios del presidente electo Mauricio Macri en favor de impulsar El Tratado de Libre Comercio con la Comunidad Europea y el acercamiento a la Alianza del Pacífico son claros señales sobre la orientación derechista de su futuro administración y a su orientación hacia políticas de mercado.
La apertura irrestricta del comercio con un país fuertemente desarrollado siempre supone una falta de simetría y tiende a favorecer la exportación de productos industriales fabricados en los países “desarrollados” a cambio de productos agrícolas y de poca elaboración ofrecidos por los países en la periferia, una noción resistida por el saliente gobierno de Cristina Kirchner.
El intento de no aceptar las recetas del Fondo Monetario Internacional y de pagar la deuda exterior en condiciones más favorables a Argentina mereció fuertes críticas de parte de la oposición al gobierno Peronista de Kirchner. En vez de aceptar las políticas de ajuste de la IMF, el gobierno anterior fomentó el consumo interno y proporcionó ayuda del Estado para los pobres y desocupados.   
Independientemente de los beneficios que tratados como el ALCA pueden significar para el desarrollo económico, tienden a atar el crecimiento de un país como Argentina a los conceptos económicos-sociales de globalización y de la sociedad de consumo. Es decir, refuerza la dependencia de los países en la periferia y los induce a importar productos industrializados en vez de fomentar sus propias industrias. Además, introduce los valores de la sociedad de consumo como meta en sí, algo que tiende a destruir o limitar la posibilidad de desarrollar sociedades organizadas con otros valores.
Otra señal de la dirección que piensa tomar Macri aparece en su deseo de separar Venezuela del Mercosur, algo que ni el centro derechista colombiano Juan Manuel Santos ha intentado a pesar de las numerosas disputas en la zona de frontera entre los dos países. Una cláusula del Mercosur sostiene que un país puede ser separado cuando existe “ruptura del orden constitucional” o cuando no se verifique “la plena vigencia del orden democrático.” En numerosas ocasiones Macri ha mostrado su simpatía por líderes de la oposición en Venezuela y Lilian Tintorí, la esposa del preso venezolano Leopoldo López estuvo presente en los festejos de Macri y su partido, el PRO.

Si bien Macri ha declarado su intención de dejar que sigan los juicios a los represores de la sangrienta Dictadura de 1976, el diario de clara inclinación derechista “La Nación” publicó un llamativo editorial ayer: “No más venganza” señalando que “ha llegado la hora de poner las cosas en su lugar.” Habrá que esperar que sectores de derecha vinculados a la Dictadura realizarán fuertes presiones sobre el nuevo gobierno, pidiendo “reconciliación” o algún tipo de medida para terminar con los procesos que hasta han condenado a 522 represores. Argentina es el único país de América Latina que ha podido llevar a cabo juicios contra integrantes de los golpes militares que en la década de 1970 sembraron el continente de secuestros, asesinados y torturados. 

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