"Ricardo III," de Francisco Civit en el teatro Andamio 90 de Buenos Aires

La lucha por el poder siempre ha provocado impresionantes crueldades en la historia humana, guerras civiles, asesinatos, secuestros y toda clase de atrocidades. La obra Ricardo III de William Shakespeare es un registro claro y repugnante de este aspecto de la sociedad humana en cualquier parte del mundo.  En el montaje de Franciso Civit en el teatro Andamio de la obra del bardo inglés, escrita alrededor de 1591, hay un interesante intento de liberarse de los hechos históricos ingleses para concentrar el trabajo en los vilanos como estereotipos humanos, incluso los que han habitado Argentina.

“Nuestra hipótesis es que quizás eso reverbere en nuestra historia en más de un sentido,” dice el director, “es decir, no tanto en asignarle la categoría de villano a tal o cual personaje histórico, sino en algo que intuimos más complejo y escurridizo: ¿cómo es nuestra relación con el villano?"    

Ricardo era el octavo hijo—supuestamente deforme y jorobado debido a una enfermedad—de Ricardo tercero duque de York. Mediante una lucha sanguinaria que incluía la muerte de miembros de su propia familia, llegó a la corona.  “Realmente, caballeros, era un tirano sangriento y un homicida; alguien criado en sangre, y en sangre asentado,” decía Enrique VII de su predecesor en el trono, después de la muerte de Ricardo en la batalla de Bosworth.

Ahora bien la puesta de Civit es atrevida y a la vez sintética. Como en los tiempos de Shakespeare las mujeres no podían actuar, en esta versión mujeres y hombres intercalan papeles y además muchos de los actores también son los músicos que animan la función. No hay un único actor en el papel de Ricardo III, pues la idea es enfatizar el papel del vilano. Cabe preguntar entonces: ¿fue Ricardo el único vilano de la historia? ¿Por qué poner toda la maldad en una sola persona, si en realidad en teatro y en el mundo son construcciones sociales que surgen a raíz de la eterna lucha por el poder?

Además, la puesta es casi sin adornos y la ropa común. Hay que decir la verdad, con tantos personajes entrando y saliendo de la piel de otros con gran rapidez el espectador puede perderse. Sin embargo, se percibe la esencia de la obra con gran facilidad y la coreografía es precisa, ágil y bella.  Lo repulsivo y turbio de la historia se presenta en el escenario conjuntamente con un concepto artístico claro y a veces sorprendente.  Todos los actores actúan con gran pasión y códigos comunes: los 13 actores representan a 52 personajes, como si todos fueran Ricardo.

Al final de la función los actores y Civit se presentaron en el escenario para hacer lectura de una declaración en que el movimiento de actores pide la renuncia del ministro de cultura Darío Lopérfido por menospreciar y burlar de la cantidad de desaparecidos, torturados y ejecutados durante la dictadura de la 1976.

Ricardo III, Andamio 90, Paraná 660, sábados a las 19:45 horas.  Reservas: 4373-5670 o en alternativateatral. Entrada: $ 150,00 / $ 100,00

                                Elenco:
Marta Pomponio / Roberto Monzo / Fernando Migueles / Gabriel Yeannoteguy / Pedro Merlo / Marcela Grasso / Fernando Arluna / Gabriela Calzada / Belén Rubio / Laura Pagés / Juan Marcelo Duarte / Mariano Rótolo / Juan Pablo Maicas.

Ficha tècnica:

Diseño de Iluminación y de Escenografía: Facundo Estol
Diseño de Vestuario: Cecilia Zuvialde
Maquillaje y Accesorios: Florencia Petroselli
Diseño Gráfico: Adrián Riolfi
Community Manager: Constanza Logares
Fotografía escénica y documental : José Miguel Carrasco
Fotografía para gráfica y video: Lluis Miras Vega
Dirección Musical: Francisco Civit y Adolfo Oddone
Arreglos Musicales: Adolfo Oddone
Música Original: Gabriela Calzada, Francisco Civit, Juan Pablo Maicas, Pedro Merlo, Fernando Migueles, Adolfo Oddone, Mariano Rotolo, Belén Rubio, Gabriel Yeannoteguy
Producción Ejecutiva: Graciela Barreda, Ariel Cortina
Producción General: Zoilo Garcés
Prensa: Novello

Dirección General Francisco Civit